
- Mira, se nos acabó el mundo.
- Sí, ya sólo nos queda saltar.
- Ya, malos tiempos para buscar nuevos amigos en el precipicio, ¿no? Puede que tengas razón y sea el momento de cambiar.
- Sí, hay mucho por hacer.
- ¿Sabes?, no sé cómo hemos llegado aquí, a nada de las autonómicas y de las municipales, a un pelo de saber quién va a recoger la basura de mi puerta o va a marcar a mi médica de cabecera.
- Hemos llegado y ya está. Mira a tu alrededor, ¿ves otro camino?
- Ya, si tienes razón y es posible que este sea el límite y ya solo quede saltar, pero… ¿por qué no saltamos el lunes?
- ¡No hay tiempo!, ¡hay que reinventar la izquierda!, ¡saltemos!
- ¡Sí!, ¡sí que hay tiempo! Por favor, no me digas que saltemos hoy porque no sé si aguantaremos el golpe.
- ….
PD. Ah, se me olvidaba: no hagamos saco común, porque no es justo.
Medio planeta anda buscando rumbo, creo que se lo encontrará sin acudir a los extremos.
ResponderEliminarBesos
Al final todo es extremo, cabeza y miembros. El rumbo lo encontraremos, sea como sea, nos va mucho en ello. Mi miedo son las victimas que vayamos dejando en el camino
ResponderEliminarHay que ir, y cruzar los dedos.
ResponderEliminarIremos, votaremos y seguiremos.
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