¿...?

miércoles, 4 de agosto de 2010

Día raro


Hoy me ha dado por revisar entradas, ya sabes, como cuando le entra a uno la necesidad de ordenar la mesa. No entiendo muy bien ese proceso, esa necesidad de hacer balance, de alejarse un poco y mirarse, de desempolvar cajas dormidas.


La verdad es que el día ya ha empezado de manera sensiblemente diferente. He estado desde las cinco de la mañana durmiendo en intervalos de cinco minutos, con el móvil en la mano y el dedo preparado para el siguiente aviso. No sé muy bien cómo, pero al final, el móvil ha pasado del juego y me ha dejado dormir más de la cuenta:


- ¡Casi no llego!

- ¿Dónde?

- ¡No sé, pero casi no llego!


La mañana ha pasado lenta y he hecho cosas no habituales, incluso he desayunado, cosa que no suelo hacer, pero he creído que un café y una magdalena de chocolate me centrarían un poco. Nada, no ha pasado nada, todo igual, bueno, no todo: ardores en el estómago y he ordenado la mesa. Algunos dirían que realmente he movido las cosas de sitio, pero llámalo como quieras, el proceso mental se ha producido.


Mesa ordenada y todavía las doce. He empezado a leer entradas viejas. Como sospechaba: Ni tan bueno, ni tan ingenioso, ni tan nada de nada… Bazofia.


Me he deprimido un poco más, pero bueno, casi han pasado las seis horas, a las tres de vuelta a casa.


Quítate la ropa sudada, lávate las manos y haz la comida. Enciende el ordenador… ¡NI NO NIIII, NOOO NIIII! Ya está, pen drive y a imprimir como un loco que mañana hay que entregar las carpetas.


Imprimir, cortar, doblar, taladrar, encuadernar y firmar.


He seguido pensando. Cuarenta años y algunos recuerdos. Uno, cinco, diez, veinte años en otro tiempo, en otro sitio.


Busco humo por Internet. ¿Ordeno la mesa? No, mejor le hago una foto.


Pues sí, ha sido un día raro.

2 comentarios: